lunes, 13 de abril de 2009

Bienvenido al...¿QUIROFANO?

Finalmente el día había llegado, la intervención quirúrgica tenia cita en el Sanatorio Mater Dei de la nuevamente adorada, ciudad de Buenos Aires. Había sido programada a principios del mes de diciembre, para las 16 hs del día 7 de enero de 2008. Eran las 12 hs de aquel día lunes y me encontraba en la habitación del 3° piso del sanatorio. Un enfermero muy amable me alcanzo a la habitación un frasquito de pervinox para que me higienizara. El paso siguiente era esperar para ingresar al quirófano.
En la ultima y desvelada madrugada en la ciudad de Mar del Plata, de un particular día domingo, no dejaba de sorprenderme la rapidez en que iba aconteciendo todo…-“Parece mentira que todo pase tan rápido”- me dije para mis adentros…Hacia menos de un mes que había conocido a mi cirujano. Es que ante la pregunta de mi mama al Dr. Herrera…Doctor ¿si fuera su hija o usted mismo con quien se operaria? El Dr. Herrera respondió YO ME OPERO CON EL DR. ROZEMBERG…porque es el cirujano que estadísticamente más TIMOS ha operado a la fecha en nuestro país…
Chicos , chicas, y todos los que leen mi relato quiero decirles QUE NADA ES IMPOSIBLE, QUE HAY QUE BUSCAR LA VERDAD Y AFERRARSE A ELLA, PORQUE ES ASI CUANDO EMPEZAS A SENTIR SEGURIDAD PARA AFRONTAR LOS RIESGOS Y COMENZAS A ENCONTRAR CAMINOS DE SOLUCIONES…Cuando fuimos en busca del Dr. Rozemberg nos parecía algo difícil de lograr, pensábamos que no íbamos a poder acceder económicamente…y nada de esto ocurrió , de pronto me encontré ante un doctor amoroso que se intereso muchísimo en mi situación de salud , porque me veía muy pequeña y con el Timo agrandado! Es que represento menos edad, soy bajita y ante estos momentos tan claves de mi vida me uní afectivamente a los doctores como si fueran mis abuelitos o mis padres y entonces los tuteaba y creo que a ellos les hacia gracia este comportamiento mío, bastante nervioso quizás por la circunstancia y el deseo de aferrarme a manos seguras como fueron la presencia de mis abuelos en mi vida. La cuestión económica de la operación paso a un segundo plano desde el primer instante , en todo momento me hizo sentir alegre, fuerte, me hacia chistes cuando veía mi Tomografía y me señalaba el Timo agrandado y me explicaba la razón por la cual debía extirparlo, como ya lo había hecho el Dr. Herrera. A mi mama la tranquilizo después diciéndole que me operaria dándonos una pauta económica accesible, que implicaría sacrificios si, pero que se podía realizar. Y en este desvelo estaba yo, a tan solo un día de distancia de entrar en la sala de operaciones, pero todavía no sentía miedo.
Tenia el TIMO agrandado, decía el resultado de la TOMOGRAFIA, pero yo eso ya lo sabia de antemano, lo sentí el día que me hice el estudio, me surgió la sensación y unos pocos minutos previos a ingresar al consultorio de MI DOCTOR HERRERA, le comente a mi mama -“ seguro que tengo el timo agrandado”-, evidentemente el año 2007 no había sido mi año, distaba mucho de lo que me hubiera gustado vivir y no crean que los anteriores habían sido sencillitos, pero ¿como este?…¿con una operación de tórax?…¿para mejorar la calidad de vida por la M.G? …COMO ESTE NO!!!… Como siempre, el Doctor tuvo la habilidad de hacerme sentir fuerte para afrontar tan importante decisión ME EXPLICO CLARAMENTE PORQUE ES NECESARIO OPERAR EL TIMO CUANDO A ESTE SE LO VE AGRANDADO y enseguida comprendí que operarme era lo correcto, nunca dude en tomar esta decisión, nunca tuve miedo en tomarla, desde muy adentro siempre sentí una fuerza increíble para ver mas allá de las desgracias, para ver mas allá de las posibles complicaciones.
Una noche como cualquier otra, escuche una conversación de mi mama ( esas cosas no debieran suceder) al pasar por el pasillo camino a mi habitación, escuche que me nombraban , mi mama estaba hablando por teléfono a Bs. AS. con una madre que tenia a su hija con solo 13 años ya operada del Timo porque su M.G le había incidido en su funciones de deglución y respiratoria. Si bien ella no me lo explicaba supe que mis posibles complicaciones en la operación podían ser esas, ante el efecto de la anestesia y así me lo dijo después el Dr.Rozemberg, que en algunos casos podía aparecer algún problemita…al parecer podía necesitar respirador artificial, podía no comer, ni tragar, entre muchas otras cosas que ya se me fueron de la memoria, iba a necesitar apoyo familiar mas que nunca, no había seguridad de lo que podía pasar porque cada organismo responde de una manera diferente ante la operación. ..Pero me aferraba a las explicaciones del Dr. Herrera y ahora del Dr. Rozemberg, este me dio una enorme tranquilidad cuando consultado por mi mama acerca de la anestesia, EL DR. EXPLICO QUE EL ANESTESISTA DEBE SER ESPECIALISTA EN M.G.DEBE SABER QUE TIPO DE ANESTESIA ES LA ADECUADA APLICAR EN PACIENTES CON M.G. POR ESO EL DR. ROZEMBERG OPERA CON SU EQUIPO ESPECIALIZADO EN PACIENTES CON M.G.
A pesar de todo, seguí firme y fuerte, convencida de la decisión que había tomado aquella mañana en el consultorio del doctor.
Durante horas que me parecieron años y días que me parecieron siglos, trate de olvidarme de la situación, pero todos los intentos fueron en vano.
El viaje había finalizado, habíamos llegado a destino, estaba cada vez a menos horas de distancia de entrar en aquel quirófano. Era enero en la ciudad de Buenos Aires, y ese domingo luego del reencuentro con mis seres queridos, decidimos que era una buena ocasión para recorrer la ciudad y aunque sea por un instante olvidar lo que apenas en unas horas iba a suceder. Aquella tarde sentí nuevamente la sensación de que en Buenos Aires todo es posible… es mágico.
Aquella mañana en el departamento que habíamos alquilado en la Av. Coronel Díaz, me mire al espejo y pensé: Esta es la ultima vez que me voy a ver de esta manera” A partir de aquella tarde iba a llevar una cicatriz en el pecho.
Una vez, una sabia persona, me comento que las cicatrices eran historias futuras para relatar a los nietos, aquella sabia persona era mi Abuelo, el tenia una GRAN CICATRIZ casi desde la garganta hasta el ombligo (de tan enorme que yo se la veía…) hacia los años 66 en Mar Del Plata le habían extirpado un TIMONA “ del tamaño de un pomelo” y mi Abuelo vivió feliz hasta los 93 años!!! Y nos dejo legados imborrables, historias fantásticas de otros tiempos, pero existía una anécdota que la repetía una y otra vez, la de la cicatriz que llevaba en el pecho, con mi hermano crecimos viéndosela, cuando era verano y se ponía en malla, hasta se podían contar las puntadas que eran TREMENDAS, ERAN ENORMES , ERAN ATERRADORAS!!! –JAJAJAJAJAJ-¡ERAMOS CHICOS! Cuando se le acababan sus historias, vuelta a contarnos sus peripecias, cual guerrero sobreviviente de la batalla, mi abuelo volvía siempre a la narración de su gran aventura, no era para menos, el tuvo complicaciones, debieron hacerle traqueotomía, y en aquellos años…¡ mi Dios! (Me cuenta el Dr. Mendiondo que fue la primera operación de Timo que se hizo en Mar del Plata en la Clinica Colon). Cuanto lo comprendo hoy.
Seguí despidiéndome de esa Rosario que se reflejaba en el espejo, yo sabia que mi vida ya no era la misma, que había cambiado para siempre, y que a partir de esa tarde una cicatriz iba a acompañar ese cambio. Esa fue la última vez que me vi de esa manera…
Entre en pánico justo después de bañarme con el pervinox, llore desconsoladamente de miedo, me aterraba la idea de no volver a despertarme, de no volver a ver a mis papas, a mi novio, a mi prima, de no volver a ser la misma, me sentía orgullosa de la decisión que había tomado pero a la vez ahora tenia miedo. Había aparecido el miedo en mi cuerpo y en mi mente, y estaba a solo dos pasos de que me vinieran a buscar los enfermeros del servicio para entrar al quirófano.
Llena de miedo pero decidida, volví a mi plan inicial, saque fuerzas desde donde no tenia, tome coraje, y con la ayuda extra que implicaba la presencia de mis seres queridos y de la enfermera de turno (que me inyecto el tranquilizante previo a la operación), recordé por que estaba ahí, por que había decidido operarme hacia unos cuantos días atrás…ESTABA AHÍ EN BUSCA DE UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA FUTURA YA QUE SI TODO SALIA BIEN, EN POCO TIEMPO DEJARIA DE TOMAR EL CORTICOIDE…TODO DEPENDERIA DE MI CUERPO, DE MI RESPUESTA, DE MI MENTE…DEPENDERIA DE MI.
Siendo cerca de las cuatro y media de la tarde de un 7 de Enero de 2008, iba camino al quirófano, iba camino a cambiar mi vida. Aquello que había imaginado durante días enteros, estaba sucediendo. Había entrado por fin a la sala de operaciones, solo era cuestión de contar hasta 10 para que la anestesia hiciera efecto. La cuenta regresiva había comenzado: 10, 9. 8… DULCES SUEÑOS, PEQUEÑA!
ROSARIO